Convocatoria de artículos para el dossier “Ciberseguridad - Integridad de la información y soberanía nacional: los casos de Brasil y China”

04/12/2024

La integridad de la información es un término que ha sido utilizado por entidades nacionales e internacionales, como la ONU, en contraste con la noción de desinformación. Tanto investigadores como gestores públicos, y diversos actores de la sociedad civil organizada, que se han dedicado en los últimos años a diagnosticar, diseñar y ejecutar mecanismos para combatir la desinformación, han impulsado recientemente la integridad de la información como uno de estos frentes de acción.

Este enfoque positivo del problema, por llamarlo de alguna forma —en el sentido de promover algo honesto y no sólo combatir algo corrupto—, ya forma parte de la lista de acciones en curso para combatir la desinformación, como, por ejemplo: la exigencia de medidas que favorezcan la existencia de medios de comunicación plurales, o la reivindicación de un periodismo serio, comprometido con la verdad y el interés público. Al enfatizar el elemento positivo de la dialéctica entre información completa y desinformación, puede generarse el surgimiento, con mayor claridad, de un nuevo conjunto de reflexiones y posibilidades de acción.

 

La noción de “integridad de la información”, que originalmente había estado restringida al campo de la informática o al ámbito corporativo, ha sido utilizada cada vez más en entornos como el académico, el gubernamental, en temas jurídicos y en la sociedad civil organizada, en general, como un tema vital para enfrentar: i) el negacionismo científico, especialmente en las áreas ambiental y de salud pública; ii) la persecución de minorías, como indígenas, quilombolas y población LGBTQIA+, o mayorías minorizadas, como mujeres y afrodescendientes, y, iii) el auge de proyectos políticos demagógicos, antipopulares, fascistas y autoritarios.

 

En lo que respecta a la producción de información, la integridad hace referencia, básicamente, a la veracidad del producto informativo. En cuanto al ámbito de la distribución, su alusión obedece a la necesidad de democratizar los ambientes informativos. Justamente, al apuntar hacia su circulación, debe entenderse que se encuentra de por medio la mediación sociotécnica de los flujos de información. Por otra parte, acerca de su recepción, consumo y utilización, se ve involucrada la atribución de credibilidad a las fuentes de información, así como la relevancia otorgada a la información que circula.

 

Además de los ámbitos de producción, distribución, circulación y consumo de información, existe otro tema delicado, y es el de la preservación y custodia de la información, lo que conlleva su debida representación y organización, en términos de almacenamiento y producción de metadatos, con el fin de facilitar su recuperación.

 

Dada la inmensa cantidad de información que se encuentra en circulación en los tiempos actuales, además del carácter sociotécnico de las plataformas digitales (mismas que se han vuelto omnipresentes e imprescindibles para la mayoría de las actividades vinculadas a la producción, distribución, circulación, consumo, preservación y custodia de la información), tal contexto adquiere una dimensión política y geopolítica que puede afectar la soberanía de la mayoría de las naciones, incluida la de Brasil. Esto se debe a la concentración de la propiedad física y legal de las plataformas digitales y de los centros de datos, capaces de realizar dicho almacenamiento en unas gigantescas corporaciones privadas con fines de lucro, la mayoría de ellas ubicadas en Estados Unidos, cuyos accionistas mayoritarios son magnates de ese país.

 

En este contexto, y sin perder nunca de vista la necesaria relación entre integridad y veracidad de la información, el panorama general se advierte aún más complejo, ya que el control de los flujos de información, así como su almacenamiento y custodia, está subordinado a los intereses corporativos estadounidenses, que no siempre convergen con el interés público de otras naciones o del propio pueblo de ese país. China, en cambio, es, si no la única, la excepción más importante en este escenario, dada la independencia de sus plataformas, sistemas de búsqueda y centros de datos.

 

Ante este contexto, Liinc em Revista abre esta convocatoria para la recepción de trabajos, tanto de investigación teórica como aplicada, que se ciñan al tema general de la convocatoria: “Ciberseguridad - Integridad de la Información y Soberanía Nacional: los casos de Brasil y China”. Las propuestas pueden provenir de aquellos campos del conocimiento científico que discutan los siguientes temas:

 

  • Análisis crítico de proyectos y experiencias en Brasil.
  • Análisis crítico de proyectos y experiencias en China.
  • Implicaciones culturales e ideológicas de la ciberinseguridad.
  • Amenazas a la soberanía nacional derivadas de la ausencia de una soberanía digital.
  • Potencial de desarrollo económico y social sostenible de la soberanía digital.
  • Obstáculos políticos, económicos y tecnológicos a la soberanía digital de Brasil.
  • Nuevas propuestas, con base científica, para promover la integridad de la información, articulando las esferas de producción, circulación, consumo, preservación, custodia y recuperación de la información.
  • Dimensiones éticas de la integridad de la información y la soberanía nacional.
  • Regulación de plataformas digitales y derechos difusos.